Es importante que yo aclare mi postura publica para que no haya confusiones y esta carta no se malinterprete como si fuera un “panfleto antivacunas”. La postura publica que tengo hacia la vacunación siempre fue la misma. Yo respeto al que desea vacunarse y también al que no desea hacerlo. Esto lo demuestro no presionando a nadie a que cambie de idea y se doblegue a mis preferencias personales. Creo que cada uno tiene que asumir su propia responsabilidad como nos dice la Biblia en la carta a los Gálatas.
Gálatas 6:5
5 porque cada uno llevará su propia carga de responsabilidad.
Sabemos que durante la pandemia hubo mucha controversia entre vacunados y no vacunados en el mundo. De hecho, antes que ustedes realicen los Informes sobre esto y antes siquiera que salieran las vacunas percibí, por cómo iban sucediendo las cosas, de que habría controversia y problemas. Me di cuenta rápidamente del peligro potencial del asunto de la vacunación, las posturas personales y su posible impacto en la paz y unidad de la congregación.
Jesús antes de morir le pidió específicamente a Jehová por la unidad de sus discípulos presentes y futuro.
Juan 17:20, 21
20 ”No te pido solo por ellos, sino también por los que pongan su fe en mí gracias a las palabras de ellos, 21 para que todos ellos sean uno. Tal como tú, Padre, estás en unión conmigo y yo estoy en unión contigo, que ellos también estén en unión con nosotros; así el mundo creerá que tú me enviaste.
Jesús pidió unidad completa en su congregación Era obvio entonces que permitir división por estos asuntos es ir en contra de la propia petición de Jesucristo que es nuestro Líder y Rey. Me preocupó por eso que este tema en particular divida a los hermanos.
Por eso siempre en conversaciones personales o incluso salidas de predicación les recordaba a todos que debemos mantener la neutralidad en temas médicos y no debemos permitir que se afecte la paz. La paz no se mantiene doblegando al otro para que acepte nuestras ideas, la paz se logra evidenciando el espíritu al tratar con respeto y amor a los demás a pesar de no estar de acuerdo con sus decisiones de conciencia.
Mantuve la neutralidad porque entendía los principios bíblicos y nunca tuve miedo de defenderlos públicamente. Contribuí a que en la congregación haya calma e influí positivamente para que estemos unidos a pesar de tener diferentes ideas. La congregación en la que estaba evidencio el espíritu de Dios ya que en esta etapa todos comprendieron su lugar.
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