Si bien mi postura PUBLICA es la neutralidad y yo no recomiendo ningún tratamiento médico, mi postura PERSONAL acerca de este tema es firme y decidida. Con respecto al COVID-19 y probablemente otras enfermedades no me vacunare, ni pienso hacerlo nunca.
No siempre fue así, ya que poseo muchas vacunas del calendario y la última que me di hace años fue la del Tétano ,ya que lastimé con un clavo oxidado y creí en su momento que eso era lo mejor. Tengo derecho a tener una postura personal al igual que cualquier persona y este derecho debe ser respetado.
Sin embargo, quisiera explicarles brevemente que me llevo a adoptar esta postura de no vacunarme. Les aclaro que no deseo hacerlo para obligarlos a aceptar de mi postura personal. Tampoco al hablar de mis motivos intento menospreciar la forma de pensar de ustedes, ya que tienen derecho a tenerla. Quiero explicarles porque decidí plantearme el rechazo a la vacunación en forma PERSONAL por otras razones.
En primer lugar, ustedes hermanos no están entendiendo a los hermanos que no desean vacunarse ni tampoco porque ellos no lo hacen. Esto queda demostrado al observar lo que ustedes han dicho y enseñado como luego mostrare. Es necesario que entiendan a los que como yo pensamos diferente a ustedes por la paz de la congregación.
Pablo dijo a los Corintios:
1 Corintios 9:20-22
20 Con los judíos me hice como judío para ganarme a los judíos. Con los que están bajo ley me hice como bajo ley para ganarme a los que están bajo ley, aunque yo mismo no estoy bajo ley. 21 Con los que están sin ley me hice como sin ley para ganarme a los que están sin ley, aunque yo no estoy sin ley ante Dios, sino que estoy bajo ley ante Cristo. 22 Con los débiles me hice débil para ganarme a los débiles. He llegado a ser de todo con gente de todo tipo para salvar por todos los medios posibles a algunos.
Pablo trato de ponerse en el lugar de otros que eran diferentes a él y se esforzó por comprenderlos para ayudarlos. Yo les pido que con los “no vacunados” se hagan ustedes “no vacunados”, al menos durante la lectura de esta parte de la carta. Esto les permitirá comprender mejor a sus hermanos.
Les pido que me escuchen con paciencia sabiendo que no intento convencerlos. Solo quiero que traten de comprender el proceso mental que me llevo a esa decisión. Entender ese proceso mental les permitirá ver un gran error que ustedes han cometido.
A continuación, en forma breve les resumiré las razones que me impulsaron a investigar el tema de las vacunas.
Para comenzar hasta el principio de la pandemia yo no tenía grandes inconvenientes con las vacunas como he dicho. Sin embargo, cuando se anunció que se harían aprobaciones “de emergencia” para las vacunas COVID-19 me preocupe. Vivo en un país del “Tercer Mundo” y sé muy bien lo que es “aprobar de emergencia”. Es lo mismo que anular las normas de seguridad y dejar pasar todo con controles mínimos o nulos. Aprobar de emergencia es no controlar nada.
Además, me llamo la atención que un hospital muy grande de mi país había estado tratando el COVID-19 con Ivermectina y habían tenido excelentes resultados. Habían dado a un grupo de médicos Ivermectina y a otros no. El resultado era que los que usaban Ivermectina no se contagiaban y los otros sí se contagiaban y desarrollaban síntomas. Fueron cientos de médicos los que participaron del ensayo.
Sin embargo, la Ivermectina que se usa hace 50 años y no tiene efectos secundarios fue denostada y despreciada por los medios informativos y organismos públicos. Se dijo que no debía usarse la Ivermectina y el medico que estaba a cargo de ese estudio fue echado del trabajo y amenazado. En cambio, se decía que la tecnología de ARN era mejor, aunque nunca se había usado de esta forma. Eso me llamo la atención porque lo lógico era investigar la Ivermectina que era conocida y segura y no experimentar con las personas con productos nuevos y peligrosos. ¿Por qué estaba pasando esto?
Era muy clara la contradicción y esto motivo que realice una investigación profunda sobre las empresas involucradas y sobre las vacunas. Algo olía muy mal en todo esto.
Además, la Biblia nos aconseja:
Proverbios 27:12
12 La persona prudente ve el peligro y se esconde, pero los inexpertos siguen adelante y sufren las consecuencias.
Proverbios 14:15
15 El ingenuo se cree todo lo que le dicen, pero el prudente mide bien todos sus pasos.
Así que para demostrar la “prudencia” que aconseja la Biblia decidí investigar el asunto y descubrí varias cosas que me sorprendieron.
Algunas de las empresas que iban a fabricar las vacunas eran terriblemente corruptas y han pagado millones de dólares por indemnizaciones además de que han sobornado a personas de autoridad, cualquiera lo puede comprobar porque las sentencia son públicas. Era claro que estas empresas no eran confiables.
Yo no le compraría nada a un vecino que sé que ha defraudado a otras personas, es más me alejaría de él. ¿Cómo poner mi salud en manos de alguien corrupto conocido por vender productos que hacen daño?
Además, investigue que para que una vacuna sea segura deben pasar muchos años de pruebas, pero los medios informativos decían que eso no era necesario. Esto era claramente un disparate. Podemos perdonarle a alguien completamente ignorante de estos temas pensar que un medicamento puede ponerse a la venta en pocos meses, pero los médicos y profesionales en la materia han estudiado y saben perfectamente todas las pruebas que deben realizarse y lo que demoran. ¿Por qué había médicos en la televisión diciendo estas tonterías?
Por supuesto había honestos médicos que se quejaban de todo esto con razón y públicamente, ,pero esos médicos honrados eran silenciados y les “destruían la vida”. Para mí era obvio que los medios informativos y canales oficiales estaban realizando propaganda de las vacunas por intereses comerciales a costa de la salud de la gente.
Un excelente artículo de la despertad 12/2013 titulado “¿Se puede confiar en las noticias?” habla de todo esto y da detalles muy interesantes que contribuyeron a mi decisión.
https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/102013442
Además, todas esas empresas farmacéuticas estaban desesperadas por cerrar contratos con países por miles de millones de dólares. Esa desesperación sumada a lo corruptas que eran y las aprobaciones de emergencia me hicieron suponer que habría un desastre sanitario en el mejor de los casos. Todo esto hizo que le empiece a prestar cuidadosa atención a este tema y no me crea todo lo que decían en las noticias oficiales. Decidí reflexionar seriamente sobre el tema de la vacunación y los principios bíblicos involucrados y finalmente tomé la postura personal firme y decidida de no vacunarme.
Que argumentos exactamente tengo para no vacunarme aparte de la desconfianza en las empresas farmacéuticas no se los diré. No les diré ,ya que no quiero dar la impresión de querer convencerlos y que promuevo mis ideas. Como he dicho yo no soy importante. Pero a continuación explicare por qué muchos otros hermanos con los que he hablado han decidido no vacunarse. Por supuesto hay diferencias entre las razones que da cada hermano para no vacunarse, todos no piensan igual. Pero estos argumentos que mencionare representan a casi todos ellos. Comprender como piensan estos hermanos contribuye a la paz en la congregación como veremos.
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