Después de haber repasado las publicaciones de nuestra Organización, 1 corintios 8 y 10 y romanos 14 queda totalmente claro que un hermano que ve mal vacunarse y cede a la presión de vacunarse PECA contra Jehová. También es claro que no debe ceder para no contaminar su conciencia.
¿Qué ocurriría entonces si una autoridad nos diera ordenes o intentara presionarnos a vacunarnos y nosotros no queremos hacerlo?
Esto es sumamente sencillo para cualquier testigo de Jehová. Citaríamos de memoria a Jesús diciendo “páguenle a César lo que es de César, pero a Dios lo que es de Dios” (Mat 22:21). Obviamente debemos guiarnos por nuestra conciencia y no pecar contra Dios. Quizás tambien citaríamos a Pedro en Hechos 5:29 diciendo “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres”. Pero sin importar la cita bíblica que escojamos es más que claro que debemos obedecer nuestra conciencia y no a los gobernantes de turno.
Ante una ley injusta podemos utilizar recursos como “Habeas Corpus” o “Amparos” para defender nuestros derechos protegidos por la Constitución de cualquier país. El apóstol Pablo cuando fue tratado injustamente por funcionarios recurrió en varias oportunidades a las leyes romanas cuando le eran favorables. (Hechos 16.37-39; 25:10-12) Esto nos deja un precedente que nuestra Organización siempre ha usado cuando los gobiernos nos exigen cosas que pertenecen a Dios. Tenemos infinidad de revistas que hablan de esto a lo largo de décadas en nuestro sitio.
Por ejemplo, la Atalaya del 1/11/1990 en el tema “Nuestra sujeción relativa a las autoridades superiores” tiene un artículo muy bueno y merece que lo leamos.
https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1990806
Bajo el subtema “Sujeción relativa” el párrafo 10 dice:
“10 Puesto que los testigos de Jehová están sujetos a la autoridad humana, ¿por qué sufrieron como lo hicieron Franz Reiter y tantos otros? Porque nuestra sujeción es relativa, y la autoridad no siempre reconoce que hay límites establecidos por la Biblia a lo que ella puede exigir. Si la autoridad exige algo que ofende la conciencia cristiana entrenada, está pasándose de los límites que Dios da. Jesús indicó esto cuando dijo: “Paguen a César las cosas de César, pero a Dios las cosas de Dios”. (Mateo 22:21.) Cuando César exige lo que pertenece a Dios, tenemos que reconocer que Dios tiene prioridad.”
Está claro que para nuestra Organización los gobiernos no están sobre la conciencia cristiana. El párrafo 12 agrega:
12 Los siervos de Dios siempre han reconocido que hay límites a la sujeción que por conciencia deben a las autoridades superiores. Para el tiempo en que Moisés nació, allá en Egipto, Faraón mandó a dos parteras hebreas que dieran muerte a todos los varones hebreos recién nacidos. Sin embargo, las parteras conservaron vivos a los niñitos. ¿Estuvieron equivocadas al desobedecer a Faraón? No; estaban siguiendo la conciencia que Dios les había dado, y Dios las bendijo por ello. (Éxodo 1:15-20.) Cuando Israel estaba en el destierro en Babilonia, Nabucodonosor exigió que sus funcionarios, entre ellos los hebreos Sadrac, Mesac y Abednego, se inclinaran ante una imagen que él había colocado en la llanura de Dura. Los tres hebreos rehusaron. ¿Estaban equivocados? No, pues el seguir el mandato del rey habría significado desobedecer la ley de Dios. (Éxodo 20:4, 5; Daniel 3:1-18.)
Es totalmente claro que, aunque los gobiernos pretendan obligar a las personas a vacunarse se esperaría que los que ven mal la vacunación no cedan ni que traicionen su conciencia. No lo digo yo, lo da a entender claramente la Biblia y muchas de nuestras publicaciones como puede ver cualquiera que consulte la biblioteca en línea de nuestro sitio.
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