Originalmente había decidido enviar esta carta en forma confidencial a la Sucursal de mi país para que se las envíe a ustedes cerca de enero de 2024. Esta decisión fue debido a ciertos asuntos sobre los que luego hablare en detalle. Nadie conocía lo escrito aquí, ni siquiera mi esposa que es la persona en la que más yo confío, y así iba a quedar. El principio bíblico que influyo en esta decisión fue el siguiente:

Jesús aquí deja claro que los asuntos deben tratarse “a solas” y no hacerlos públicos. Sin embargo, paso algo que me hizo cambiar de opinión. Por una situación familiar que no comentare tuve que resolver no enviarla y esto me genero un terrible problema.

Tenía docenas de páginas escritas, un análisis de todo el asunto y la evidencia ¿Qué haría con todo eso? Además, la conciencia me perturbaba mucho. Yo tenía información que podía ser importante no solo para ustedes, sino para los demás hermanos. Ver que los hermanos enfermaban y que se acercaba otra pandemia era preocupante. Además, ustedes no parecían comprender lo que había ocurrido.

Dice el proverbio:

Si me quedaba callado no podría decir que no “sabía nada” en el Juicio Final ante “el que examina los corazones”, eso era claro. Yo sabía muy bien lo que pasaba y si no hablaba quedaría como un cobarde delante de Dios y de Jesucristo. Y sabemos que los cobardes terminan en “el lago que arde con fuego y azufre.”(Apo 21:8) ¿Quién quiere ser arrojado a ese horrible lago? Callarme por lo tanto implicaba mancharme espiritualmente y perder mi buena posición ante Dios, por eso razone con detenimiento en el relato completo de Mateo 18, allí dice:

El primer paso es hablar “a solas”, si esto no funciona pasamos al segundo paso. El segundo paso es hablar con “testigos”, y si esto no funciona pasamos al tercer paso. El tercer y final paso es “informárselo a la congregación” ,es decir a los hermanos.

No hacía falta que la carta sea confidencial, como pensé inicialmente, porque otros ya les habían mandado cartas sobre lo mismo y ustedes no arreglaron las cosas (1 PASO).

Ustedes recibieron cientos de cartas y además muchos hermanos se han quejado a las Sucursales de cada país sobre todo esto.  Las Sucursales fueron TESTIGOS y no paso nada, siguen sin reconocer el error (2 PASO).

Yo razone entonces que si les mandara una carta personal esta probablemente, termine como la de Jeremías a Joaquín. El “la corto en pedazos y la quemo en el fuego” (Jeremías 36:22-24). O peor aún, quizás me respondieran como Amasias ante el consejo que le dieron: ¿Quién te nombro consejero? Calla ¿O quieres que te derribemos? (2Cr 25:16).Seguramente mis esfuerzos hubieran quedado en nada.

¿Soy acaso malpensado? ¿Qué les ha ocurrido a todos los que insistieron con el tema que tratare aquí?  Hablaremos más adelante del destino de muchos que me antecedieron.

Pero Jesús dijo que si los pasos anteriores fallaban había que “informar a la congregación” (3 PASO). La congregación como he dicho son los hermanos. De hecho, hay un ejemplo de esto en la carta de los Gálatas que más adelante tratare en detalle.

Pablo corrigió a Pedro enfrente de toda la congregación de Antioquia. Ustedes dicen que Pedro formaba parte del Cuerpo Gobernante de aquellos días y también dicen que ustedes como Cuerpo Gobernante siguen el modelo del primer siglo.

Pablo corrigió a Pedro porque arrastro a toda la congregación a un error. ¿Cuántos eran ellos? ¿100 ,200 o quizás 300 personas perjudicadas? ¿Murió alguien? …Nadie murió.

Ustedes han arrastrado a un error con el tema de la vacuna a MILLONES de hermanos. Si Pedro debió ser corregido públicamente, ustedes CON MAS RAZON deben ser corregidos. Pedro no tuvo advertencias previas, ustedes si las tuvieron, pero lamentablemente no las aprovecharon.

Juan menciono que Jesucristo enseño:

“Dios es luz” por lo tanto sus hijos los cuales son “hijos de la luz” (1Tesalonicenses 5:5)hacen todo enfrente de la luz, nunca en oscuridad. La verdad no le teme a la luz. Así que esta carta será publica y a vista de todos los hermanos alrededor del mundo, el que quiera la leerá para su beneficio. Las verdades bíblicas que enseño Jesucristo deben “gritarse desde de las azoteas”

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