El primer argumento que algunos hermanos utilizan para rechazar las vacunas está basado en 2 Corintios 7:1. Allí dice:

Este texto bíblico es muy conocido por nosotros. La Biblia por ejemplo no dice directamente que no hay que fumar, sin embargo, este texto bíblico se usa generalmente para decirle a alguien que no debe fumar y esto es totalmente correcto. El cigarrillo contamina el cuerpo con sustancias que lo ensucian y también el espíritu porque convierte a la persona en un adicto, es decir, en un idolatra sometido a su cuerpo pecaminoso. Por lo tanto, no fumamos porque si lo hiciéramos estaríamos transgrediendo ese principio bíblico.

¿Qué tiene que ver este texto bíblico con las vacunas?

Las vacunas tienen mercurio, aluminio, y sustancias mucho más toxicas que el cigarrillo y además son innumerables los estudios que relacionan enfermedades con la vacunación. Así que sencillamente muchos hermanos no se vacunan porque no quieren contaminar su cuerpo y quieren mantenerlo puro.

Queridos hermanos del Cuerpo Gobernante, si ellos se pusieran una vacuna sentirían el mismo asco que ustedes experimentarían al fumar un cigarrillo. Por supuesto es un tema de conciencia personal y es una forma de ver este asunto. Pero debería ser perfectamente comprensible lo aquí explicado para ustedes y todo hermano ,ya que es exactamente el mismo razonamiento que con el cigarrillo.

Les hago unas preguntas, estimados hermanos del Cuerpo Gobernante:

Si el presidente de su país les ordenara fumar un cigarrillo a ustedes ¿Obedecerían? Si el gobierno de su país hiciera leyes para obligarlos a ustedes a fumarse un cigarrillo cada 6 meses ¿Aceptarían ustedes hacerlo?

Por supuesto que no y seguramente ustedes me dirían justificando su respuesta que “hay que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres “ (Hechos 5:29) O quizás ustedes me digan “a Dios lo de Dios y a Cesar lo de Cesar”y se nieguen a fumar (Mateo 22:21)

Su respuesta es totalmente correcta, ningún gobierno puede obligarnos a ir en contra de lo que consideramos correcto. Es la misma razón por la que muchos hermanos no se vacunaran, aunque el gobierno haga la vacunación obligatoria. El Estado o “Cesar” no tiene autoridad sobre la conciencia de ningún hermano, si ese hermano ve mal la vacunación. Ustedes deberían comprender este argumento que tienen nuestros hermanos a nivel conciencia ,ya que es idéntico al argumento acerca del cigarrillo que todos conocemos y aceptamos.

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